Según los expertos más del 80% de la información sensorial que recibe nuestro cerebro cuando practicamos algún deporte procede de nuestros ojos y la mayoría de las respuestas que este elabora para esa práctica deportiva serán consecuencia de dichos estímulos visuales.
Todo este conjunto de medidas que podemos aplicar con el fin de cuidar nuestra visión durante la actividad deportiva, las podemos dividir en dos grupos:
1) Neutralización óptica: consistente en corregir los defectos de refracción ( miopía, hipermetropía, astigmatismo ) y será el tema que trataremos en este artículo.
2) Protección ocular: son las medidas preventivas que tomamos para evitar posibles agresiones a nuestros ojos en dependencia de los factores externos a los que nos expongamos.
Estos factores podrán ser mecánicos (golpes), físicos (luz, temperaturas,..) o químicos (cloro, gases, pólenes,..)
Para adentrarnos en el terreno de la neutralización óptica deberemos distinguir los diferentes defectos de refracción que existen, para ello entenderemos a nuestros ojos como cámaras fotográficas que gracias a un juego de lentes deben proyectar la imagen a percibir justo sobre la superficie de la retina. En este caso, es decir cuando el funcionamiento óptico del ojo es correcto y la imagen se proyecta justamente sobre la retina (estructura encargada de enviar la imagen al cerebro), hablaremos de un ojo emétrope o sin defecto de refracción.
Pero existen casos en los cuales bien las lentes son más potentes de lo necesario, con lo que los rayos de luz que forman la imagen se juntan (convergen) antes de llegar a la retina, hablando entonces de miopía; o bien sucede todo lo contrario, las lentes poco potentes forman la imagen detrás de la retina, hablando entonces de hipermetropía.
Existe un tercer defecto de refracción, que para entenderlo y sin salirnos de las metáforas deportivas entenderemos al saber que nuestra retina no es plana sino que es curva, similar a media pelota de fútbol, por lo que la imagen que formen las lentes oculares en ella también debe tener la misma forma, pero en determinadas ocasiones esta imagen es mas similar a una pelota de rugby (ovalada) por lo que no sera toda la imagen si no una linea de ella la que no coincida con la superficie retiniana, en este caso hablaremos de astigmatismo.
Según esa linea de imagen se proyecte delante o detrás de la retina hablaremos de astigmatismo miópico o hipermetrópico respectivamente.
Todos estos defectos de refracción se corrigen con lentes, bien de tipo esférico en el caso de la miopía (lentes esféricas divergentes) y la hipermetropía (lentes esféricas convergentes). En el caso del astigmatismo se corrige con lentes cilíndricas, también convergentes o divergentes según convenga.
Si tras la realización del oportuno examen óptico se nos indica que debemos corregir alguno de estos tipos de defectos de refracción, deberemos elegir entre las diferentes soluciones que existen y en el particular caso que tratamos, las mas acorde a la actividad deportiva que practicamos. Esta soluciones fundamentalmente son:
1) Lentes de contacto:
Existen en el mercado dos tipos de estas lentes, las blandas o de hidrogel y las rígidas o permeables al gas. En general y sin muchas excepciones las más indicadas para la practica del deporte son las blandas o de hidrogel. Teniendo múltiples ventajas como son que no disminuyen la amplitud del campo visual como si lo hacen las monturas de las gafas, tampoco distorsionan el tamaño de la imagen que se proyecta en la retina.
Muy importante en estos casos es que el uso de lentillas mejora la visión conjugada de los dos ojos y esto tiene como consecuencia que nuestra visión de relieve (estereopsis) es mucho mejor que con gafas, teniendo esto una importancia vital en el deporte para la percepción visual de las distancias entre objetos.
El uso de lentillas rígidas debido a que pueden romperse y dañar estructuras oculares y a que se mueven y caen del ojo con mayor facilidad que las blandas ante cualquier movimiento brusco, están prácticamente desaconsejadas en el deporte.
2) Gafas:
Si existe alguna contraindicación ( intolerancia, alergias, poca película lagrimal, enfermedades corneales, etc..) deberemos recurrir al uso de gafas. Estas deberán reunir unos requisitos como son su ligereza, una montura que disminuya lo menos posible nuestro campo visual, cristales que so`porte determinadas temperaturas (tratamientos anti-vahos), resistencia a golpes y a la sudoración.
Deberemos encontrar unas gafas ergonómicas, es decir que se adapten lo suficiente para que permanezcan estables durante la actividad física y no nos causen demasiadas molestias.
3) Cirugía refractiva:
La técnica quirúrgica más empleada actualmente para la corrección de defectos de refracción es la denominada Técnica LASIK ( del inglés lásser in situ keratomileusis ) que consiste en modificar la forma de la cornea, pues la lente responsable del 80% de la capacidad de refracción de nuestro ojo. La anestesia para esta técnica es tópica ( colirio ) y la evolución suele ser rápida con mínimas molestias.
Síguenos en: