Consejos para que los niños con gafas puedan practicar deporte sin riesgo.


Son numerosos los estudios clínicos que indican como el desarrollo y adquisición de las habilidades visuales en los niños, es más completa si estos realizan de forma habitual alguna práctica deportiva.




Las funciones visuales que más se benefician de la práctica deportiva son la coordinación en los movimientos de ambos ojos, la amplitud del campo visual, la visión periférica, la sensibilidad al contraste y al deslumbramiento, la esteopsis o visión de relieve-profundidad, la coordinación mano-ojo , entre otras.

Para que este desarrollo sea verdaderamente eficaz, los niños deben de tener corregido cualquier defecto visual (miopía, hipermetropía o astigmatismo), generalmente con gafas, para que su agudeza visual mientras realizan deporte sea la máxima posible.

La opinión más unánime de los expertos en desarrollo infantil (ópticos, oftalmológos, psicólogos, profesores, etc..) es realizar controles visuales desde los 6 meses de vida y posteriormente con periodicidad anual, con el fin de detectar lo más tempranamente posible cualquier defecto en la visión.
Aunque según una encuesta realizada por la Universidad Europea de Madrid, el 75% de los niños que portan gafas, manifiestan miedo a la hora de practicar deportes, generalmente por el temor a romperlas, esto no debe representar ningún obstáculo; simplemente deberemos de seguir una serie de consejos para elegir el modelo de gafa en dependencia del tipo de deporte a practicar por nuestros hijos, intentando así minimizar los riesgos de posibles lesiones ante la rotura de las gafas por golpes, caídas, balonazos y otros.

El modelo de montura a elegir:
  •  Debe estar en dependencia del riesgo de golpes, evitando aquellas que tengan zonas metálicas y objetos salientes o punzantes que podrían lesionar, en caso de romperse, la zona de la cara. 
  • Lo más aconsejado por los expertos es una montura no rígida fabricada de plástico o goma, que difícilmente se rompe en caso de golpes y caídas y que puede ser suficiente para la mayoría de los deportes.
  • Dejaremos el modelo de gafa de protección (con sujeción elástica) para aquellos deportes donde el riesgo de golpes o caídas sea mayor. Se recomienda también que las bisagras de las varillas lleven muelle que permita a estas flexionarse hacia el exterior en caso de impacto.
La elección del material de la lente:
  • Tendrá que llevar la graduación indicada por el especialista. 
  • Las lentes orgánicas y las de policarbonato son las más indicadas pues prácticamente son irrompibles, presentando como inconveniente principal que son más sensibles al rayado, por lo que deberemos solicitar un tratamiento de endurecimiento de estas lentes. 
  • En caso de graduaciones muy altas también se puede solicitar un tratamiento de reducción de la lente para que su grosor y peso sea menor. 
  • Aunque suene paradójico, las gafas para practicar deporte deberán tener una lente de diámetro lo suficientemente grande para que en caso de ser impactadas sobre la cara el reborde de la lente sobresalga por fuera de la cuenca del ojo, evitándose así muchas lesiones oculares.
Sobre la posibilidad de usar lentillas en niños, os remitimos a la opinión de los especialistas.