Aunque en principio no parezca una tarea excesivamente complicada, elegir entre la casi ilimitada variedad de yogures disponibles actualmente uno de los más saludables requiere conocer las características fundamentales que debe reunir y que vienen indicadas en su etiqueta.
Para poder elegir el yogur más saludable debemos hacernos 4 preguntas y encontrar las respuestas en las etiquetas de cada producto:
1.- ¿Qué cantidad de azúcar contiene?
Además de la lactosa de la leche, los yogures contienen fructosa, generalmente mediante jarabe de maíz. La OMS recomienda para una dieta de 2.000 calorías/día no sobrepasar la cantidad de 50 g de azúcar diario. Los yogures naturales suelen llevar de 12-15 g de azúcar cada uno, pero si ademas contienen otros productos como galletas, muesli o miel esta cantidad puede llegar a los 30 g, lo que supondría que un solo yogur con estas características nos aporta más del 50% de nuestras necesidades diarias de azúcar.
2.- ¿Tiene fruta natural o solo sabor a frutas?
Aunque en el envase aparezcan imágenes de determinadas frutas, debemos fijarnos si junto a ellas se dice "sabor a melocotón" o cualquier otra fruta, pues esto indica que en realidad el sabor vendrá de productos añadidos artificialmente y en contenido real en fruta es muy escaso e incluso nulo.
Generalmente los yogures donde se indica "fruta en el fondo" suelen tener también muy poca cantidad de este producto.
3.- ¿ Contiene edulcorantes artificiales?
Para reducir el número de calorías, algunos yogures contienen edulcorantes artificiales como aspartamo, sucralosa (esplenda), acesulfamo K o sacarina entre otros. La evidencia científica indica que estos edulcorantes, en las cantidades que contiene un yogur, son seguros.
Cuando observemos que un yogur contienen una cantidad baja de calorías es bastante probable que contenga alguno de estos sustitutos del azúcar.
4.- ¿Cuántos aditivos contiene?
Para conseguir que un yogur tenga una determinada consistencia, textura o estabilidad se requiere añadirle determinados ingredientes que van desde gomas, almidón de maíz modificado, pectina, concentrada de proteína de leche y gelatina.
Aunque alguno de estos productos tienen sus ventajas, como por ejemplo la inulina, que se emplea para aumentar el espesor, favorece la absorción de calcio y es una fuente de fibra, en la mayoría de los casos una ingesta excesiva suele acarrear problemas digestivos en algunas personas. En el caso de otro aditivo denominado carragenano (espesante) su seguridad para la salud es bastante cuestionada.