Muchas de las lesiones que hemos descrito en artículos anteriores de nuestro blog Tursalin como son la tendinitis aquilea, fascitis plantar, lesión de la cintilla iliotibial, y otras lesiones más, son fruto de una mala elección del calzado más apropiado para practicar nuestro deporte favorito. En el caso concreto del runing y debido al enorme aumento de personas que lo practican en los últimos tiempo, vamos a describir la características más importantes que debe reunir las zapatillas que escojamos siguiendo los consejos de expertos en esta materia.
Debemos fijarnos en tres zonas fundamentales de las zapatillas deportivas:
1) RETROPIE ( zona del talón ): aqui deberemos fijarnos en 3 partes fundamentales
a) Contrafuerte, que es la parte más posterior de la zapatilla y la encargada de dar estabilidad al pié sobre todo cuando este choca contra el suelo y al inicio de la carrera, debiendo evitar que el pié supine o prone descontroladamente pues eso lesionaría al tendón de aquiles.
b) Suela,donde debe existir una amortiguación del talón en dependencia del peso del deportista, superficie y especialidad de la carrera. No es aconsejable elegir unas zapatillas con excesiva amortiguación pues eso provoca una perdida de estabilidad en el pié.
c) Collar o cuello, que es la zona por donde entra el pié a la zapatilla y que debe quedar una vez ajustada esta por debajo de los huesos del tobillo (maleolos) para evitar rozaduras y heridas.
2) MEDIOPIÉ (zona central del pié), aquí las partes a tener en cuenta son
a) Lengüeta, cuya funcion es impedir que el pie se desplace hacia adelante mientras corremos, evitando asi la aparicion de ampollas y evitando también el choque de los dedos con la puntera de la zapatilla. Los cordones tendrán el papel de reforzar esta función de la lengüeta.
b) En el caso de padecer un exceso de pronación en el pie mas haya de la natural o fisiológica, buscaremos unas zapatillas cuya suela en esta zona este elaborada con materieles de alta densidad . Son la denominadas zapatillas con control de pronación.
3) ANTEPIÉ : debe adaptarse en anchura y longitud a la de nuestros dedos, pues un desajuste en esta zona traerá como consecuencia la aparición de la uña encarnada o el neuroma de Morton. Además la suela deberá tener un sistema de propulsión y amortiguación adecuado a nuestro peso y nivel competitivo para evitar así la aparición de metatarsalgias ( dolor en los huesos de los dedos del pie.
